Un equipo de investigadores liderado por Sanjeev Kumar en el Centro Médico Cedars-Sinai, Los Ángeles, ha descubierto un elemento crucial en el proceso de curación de los riñones lesionados. Los riñones, vitales en la eliminación de desechos y la regulación química del cuerpo, poseen una capacidad limitada para regenerar tejido sano luego de sufrir lesiones por enfermedades como la diabetes o la presión arterial alta. La presencia de tejido cicatricial o fibrosis puede comprometer su función y conducir a enfermedades renales crónicas o insuficiencia renal total. En este sentido es importante señalar que la prevalencia de la Enfermedad Renal Crónica (ERC) en España es mayor del 15% y aumenta con la edad, siendo mayor del 37% en mayores de 65 años.
El estudio, publicado en la revista Science, identificó un “interruptor” molecular clave que determina si el tejido renal lesionado sanará o desarrollará cicatrices dañinas. La proteína denominada Sox9, previamente asociada con la activación de la respuesta de reparación en riñones tras lesiones agudas, juega un papel crítico. Los investigadores observaron que cuando Sox9 permanecía activo durante períodos prolongados, indicaba lesiones no resueltas y reparaciones deficientes.
Al estudiar modelos animales de daño renal, encontraron que las células que activaban Sox9 y luego retrocedían se curaban sin fibrosis, mientras que aquellas que no lograban regenerar el tejido sano mantenían Sox9 indefinidamente, lo que resultaba en la producción de fibrosis y cicatrices.
Sanjeev Kumar explicó que Sox9 actúa como un sensor que se enciende después de una lesión y se apaga una vez restaurada la salud. Cuando la curación no es óptima, Sox9 permanece activo, generando cicatrices. Los investigadores también observaron este proceso en pacientes humanos trasplantados de riñón, donde una prolongada activación de Sox9 se correlacionó con una función renal más baja y más cicatrices.
Los hallazgos sugieren que los tratamientos dirigidos a Sox9 podrían promover la curación en lugar de la cicatrización renal. Además, este descubrimiento puede tener implicaciones más amplias, ya que la dinámica observada podría ser relevante en otros órganos como el corazón, los pulmones y el hígado, abriendo nuevas perspectivas terapéuticas.
Los investigadores esperan que futuros estudios profundicen en la comprensión de la curación y la fibrosis en diversos órganos, lo que podría tener importantes implicaciones clínicas en el tratamiento de enfermedades crónicas y lesiones.
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